Tecnología
Las 9 lecciones que aprendimos de los videojuegos
Parte importante de la vida de todos los que trabajamos en ioFacturo son los videojuegos. Todos recordamos haber soplado a los cartuchos del NES para mejorar su lectura, y la emoción que nos dio la salida del primer Playstation. Lo interesante es que en Mashable decidieron tomar nota de todo lo que los videojuegos nos han enseñado, y aquí está la lista final.
Las 9 lecciones que aprendimos de los videojuegos:
Nada es demasiado grande para ser enfrentado. No importa la cantidad de monstruos, semidioses, villanos o némesis que hemos tenido que enfrentar en los diversos videojuegos, y tampoco ha importado lo pequeños o insignificantes que pudieran llegar a ser nuestros héroes, siempre teníamos en mente la firme convicción de terminar con ellos.
La clave está en no darse por vencido. Al comprar un nuevo videojuego sabemos que tenemos horas de trabajo por delante, ya sea en campos de batalla, persecuciones interestelares o búsquedas interminables, el secreto siempre ha sido jugar hasta que logres alcanzar el cometido.
A veces, es necesario apoyarte en tu equipo. Hay misiones que son imposibles de resolver por un sólo jugador, y es ahí cuando entra el equipo al rescate.
Confronta tus problemas. Puedes pasar horas huyendo del villano final, evitando entrar al laberinto o escondiéndote de los villanos que te persiguen, pero eso no te llevará a terminar el juego.
El mundo es tuyo para explorar. Desde el nacimiento de los juegos de exploración, hay quienes habemos pasado más tiempo explorando las calles de ciudades desconocidas o los escondites de mundos alienígenas, que nuestra propia cuadra.
Siempre hay que estar preparado. ¿Crees que no necesitas llevar esa AK-47 en este momento? No importa, seguro la necesitarás más adelante.
Puedes lograr cualquier cosa que te propongas. El mejor ejemplo de ello es el plomero italiano que todos conocemos, quien ha logrado rescatar princesas, jugar soccer, atravesar laberintos de lava, correr go-karts y pintar en tu pantalla.
No todo es lo que parece. A veces la respuesta más sencilla no es la correcta, hay situaciones en las que hay que cavar más profundo, elegir el camino menos pensado o utilizar la herramienta más inútil para lograr alcanzar la meta.
Tus elecciones tienen consecuencias. Todos sufrimos a manos de un camino equivocado, todos llegamos al castillo donde no estaba la princesa y todos vimos un Game Over en la pantalla, siempre hay que pensar dos veces en nuestras decisiones antes de oprimir el siguiente botón.
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